El médico indica el tratamiento que varía según la enfermedad a tratar.
El paciente ingresa en ropa interior (con las medidas de seguridad pertinentes) a una cabina que emite luz ultravioleta.
El esquema tradicional es de 3 sesiones por semana por un total de 20 a 30 sesiones.
La duración también varía según tipo y avance del tratamiento (desde 2 y hasta unos 30 min).